Originally by Bilbo Baggins.
Pero, esta es la OTRA versión.
' Fuimos! Venimos! La..... 'El kalatas, no es un hobbit (aunque traga como si lo fuera). Pero cual hobbit le gusta disfrutar de un vida tranquila; caminando, comiendo, escuchando música, comiendo, disfrutando un buen vino, comiendo, bebiendo café, comiendo, and so on.
Hasta que un día llegó Gandalf (Chak en su defecto), un mago ALTO, de barba laaaaaarga y cabello gris, recomendado por Chuck (sin conexión a la historia original), a sacar a kalatas de la vida tranquila que llevaba.
Después de los preparativos (llámese festival local de la canción (véase posts anteriores) y ensayos los viernes en la noche), se fueron kalatas, Chakdalf, Chuck, y los enanos: Thorin, Bombur, Bifur, Bofur, Balin, Oin, Gloin, Bifur, Kili, Fili, Dwalin, Dori y Nori. Eramos diez músicos, dos vocalistas, un letrista, una staff, una porra de una más un mandil y una figura de autoridad. Pero en este cuento los enanos llevaban mota y los bajaron los militares en un retén en Zacatecas (North Farthing of the Shire).
En lugar de pasar por bosques obscuros donde los elfos hacen sus fiestas de quince años; pasamos por ciudades desérticas donde la gente no bebe en domingo ni después de las 9.
... con razón los enanos llevaban mota...
Pero llegamos a La Laguna, que no es laguna, y específicamente a Torreón, donde nunca vimos tal torreón (o torresota, para darme a enteder).
A diferencia del cuento, el hobbit de la historia no extrañó ni breakfasts, ni second breakfastses, ni elevensees, ni lunch, ni dinner, ni supper. Creo que dormir en el camión es lo único comparable con las incomodidaes del libro, pero las cinco o seis horas de sueño en el hotel fueron las mejores del año.
En la laguna nos recibieron las dos elfinas norteñas más hermosas que Tolkien nunca concibió. Claro que nos encargamos de poco a poco hacer menos la regular primera impresión que pudimos haber causado; con la busqueda imposible de alcohol en Ciudad Sobria, los comentarios ofensivos, las guarradas, la peste y las fachas.
En el festival no creo que haya participante que no vaya a recordar a Campus Queretarobbiton. El relajo era contigo o contra tí. O con todos, afuera del auditorio en cada oportunidad, las criaturas del norte de la tierra media salían a cantar, apluadir, tocar, bailar y a gritar con nosotros.
El encuentro con Smaug fue lo que esperábamos, No Basta se escuchó como nunca se había escuchado.
And back again?
No lo creo, sigo viviendo la aventura del hobbit de la vida tranquila que dejó su sombrero en casa para seguir a un mago disturbador de la paz.
Mañana no va a hacer falta el mago.